Si os gusta la morcilla estas croquetas son riquísimas y además es una forma de variar las maneras más habituales de preparación.
Están hechas con morcilla fresca de arroz, que es la más común en la zona en la que vivo. Si se utiliza la de cebolla, habrá que añadirle un poco más de harina para compensar el líquido de la verdura.
350 gr morcilla arroz
50 ml aceite oliva
60 gr harina
1/2 l leche
Sal
Pimienta negra molida
Nuez moscada
Quitar la piel de la morcilla y cortarla en trozos.
En un puchero al fuego poner la morcilla y desmigarla. Moviendo de vez en cuando dejar que se fría bien. Incorporar la harina en 2 veces para que sea más sencillo integrarla con la grasa de la morcilla y el aceite. Quedará una masa densa.
Ir añadiendo la leche caliente poco a poco, remover para que se vaya incorporando. Echar un poco de sal, pimienta negra recién molida y nuez moscada.
A fuego suave seguir removiendo durante 10’ para que quede más cremosa.
Poner la masa en un recipiente. Cubrir con papel film pegándolo a la superficie para que no se cree una capa dura. Dejar que se enfríe, mejor si está un par de horas en la nevera para que sea más sencillo trabajar con la masa.
Una vez enfriada, pasar porciones por harina, huevo y pan rallado. Freír en abundante aceite caliente hasta dorar. Poner sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite y servir.
Con estas cantidades salen unas 30 croquetas.
Con estas cantidades salen unas 30 croquetas.
NOTA para que no se revienten y salga la masa, el aceite debe cubrir las croquetas, estar muy caliente y el empanado seco. Si las dejamos en cámara empanadas de un día para otro, volver a pasar por pan rallado antes de freír.
pues las voy a hacer con lo que me gusta la morcilla
ResponderEliminarGracias, espero que me cuentes el resultado cuando las hagas. Verás como son todo un éxito.
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