Hace tiempo probamos en un bar mejillones con roquefort y nos encantó.
Como es un plato sencillo y rápido, los hemos hecho un montón de veces, sobre todo para cenar.
Sé que en Bélgica los sirven siempre con patatas fritas, lo cual me parece realmente curioso, así que esta vez las hemos puesto como acompañamiento y el resultado nos ha gustado mucho.
½ kg mejillones
100 gr roquefort
2 patatas para freír
aceite de oliva
sal
Comenzar con las patatas ya que cuesta más tiempo hacerlas que los mejillones.
Pelar y cortar las patatas en forma de bastón grueso, lavarlas con abundante agua fría para que pierdan algo de fécula y secar bien, así quedarán más crujientes.
Poner el aceite al fuego, cuando empiece a humear (aprox 180º) echar las patatas. La temperatura del aceite bajará. Dejarlo hervir a fuego suave durante 20’ para que se hagan bien por dentro. Subir el fuego durante 3’-5’ hasta que se doren. Sacar y salar en el momento.
Es mejor no echar muchas patatas al mismo tiempo para que estén holgadas en la sartén y se puedan hacer mejor. El aceite tiene que cubrir la patata.
Mientras se hacen las patatas, limpiar los mejillones.
Poner los mejillones en un puchero sin agua a fuego fuerte con el roquefort en trozos. Cuando empiece a hervir bajar el fuego y remover durante 8’ o hasta que se abran los mejillones.
Puedes ver las fotografías del paso a paso en Ay Inesita
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