domingo, 28 de octubre de 2012

higos confitados

Cuando publiqué el pollo relleno de higos y queso comenté que los higos me encantan y lo mejor de todo es que hace unos días me regalaron una estupenda caja llenita de higos.

Unos cuantos los comí tal cual, pero otros los utilicé para hacerlos confitados. Me gusta tener frascos de higos o mermelada porque vienen muy bien para hacer detalles. Se les pone una tela y un lazo, quedan genial y el que lo recibe siempre se muestra agradecido por recibir algo casero.

Estos higos son riquísimos para tomar en el desayuno con una buena tostada de pan. Se les quita el rabo y se extiende como si fuera mermelada. También son un acompañamiento perfecto para algún queso fuerte.











1,200 kg higos frescos
250 gr azúcar
200 ml agua
frascos cristal











Lavar los higos y ponerlos en un puchero al fuego.

Añadirles el azúcar y enseguida el agua.

Bajar el fuego para que se vayan haciendo poco a poco.

Mantenerlos a fuego con hervor bajo durante 1 h aproximadamente.

Hervir los frascos y las tapas durante 20' para esterilizar.

Una vez hechos los higos dejar templar y llenar los frascos.

Cerrar bien los frascos y hervirlos durante 40'.

Pasado este tiempo, sacar los frascos del agua y ponerlos boca abajo hasta que enfríen.



Puedes ver las fotografías del paso a paso en Ay Inesita.

viernes, 5 de octubre de 2012

hígado con patata y melocotón

Cada vez me gusta más enredar y hacer diferentes pruebas, unas con acierto y otras fracasos totales, pero el que no arriesga nunca sabrá si el resultado podría merecer la pena.

Muchos domingos en casa toca pollo asado, eso sí pollo, no esas cosas blancas que venden con forma de pollo. Pollo que cuando voy a comprarlo todavía conserva la cabeza, las patas y está sin limpiar por dentro. Siempre pido que me lo limpien y el otro día el carnicero me dejó el hígado. No soy muy amiga del tema vísceras, pero ya que tenía ese higadillo, aunque sea para acompañar un cerveza algo se podría hacer como aperitivo.

No había grandes cosas en la despensa y menos en la nevera, pero con un par de patatas pequeñas y unos trozos de melocotón, salió un pintxo para chuparse los dedos, así que esta ha sido una de las pruebas para repetir











1 hígado pollo
2 patatas pequeñas
4 gajos melocotón
sal escamas
aceite oliva virgen extra










Lavar y cocer las patatas enteras en agua con un poco de sal, aproximadamente 20’ o hasta que al meter la punta de un cuchillo se note que están blandas pero sin que lleguen a romperse.

Sacar unos gajos de melocotón y reservar.

Cortar el hígado en 4 trozos. Poner en una sartén un poco de aceite y cuando esté caliente bajar un poco el fuego e incorporar el hígado. Dejar que se haga bien por todos los lados.

Dividir las patatas por la mitad. Poner encima de cada una de ellas un gajo de melocotón y terminar cada patata con un trozo de hígado.



Echar sal en escamas y un poco de aceite de oliva virgen Extra.

Servir recién hecho.

Puedes ver las fotografías del paso a paso en Ay Inesita.